Por Jaime Duarte Mtz.
Director del Centro de Investigaciones sobre la Nueva Era (CISNE)
@JaimeDuarte
@CISNE_2012
El tema viene a cuento de nuevo porque el día de hoy el periódico Excélsior publica en su primera plana dos notas interesantes, pero preocupantes, que evidencian la fuerza y alcance del movimiento Nueva Era.
La primera se refiere a que la actriz estadounidense Tori Spelling (conocida por su participación en la serie de los 90's Beverly Hills 90210) señala que la famosa actriz Farrah Fawcett le habló a través de un psíquico cuando deseaba contactar a su padre muerto.
Aquí, en el CISNE, hemos platicado ya antes sobre el tema del espiritismo (clásico y moderno) y hemos insistido, con base en la sana doctrina católica, que cuando una persona muere va al Cielo, al Purgatorio o al Infierno según el santo Juicio de Dios (las llamadas "almas errantes" son una excepción y no es una verdad de fe). Por tanto, son los demonios quienes usurpan la voz del difunto para contactar a los vivos y engañarlos. Ver la nota completa del diario Excélsior aquí.
En mis dos obras hablamos a fondo sobre el tema del espiritismo. Escuche gratis aquí un audio al respecto en iTunes. (Tema 16).
Respecto a la segunda nota, es claro que el imperio del entretenimiento Disney desea rendir honores a su fundador, además de contraatacar críticas respecto a su participación en el FBI, como negar sus traumas infantiles y su vida excéntrica y, de paso, reposiciones a la marca y embolsarse más miles de millones de dólares. Pero mi comentario ahora se dirige a recordar cómo el señor Walt buscó adquirir los derechos de la obra de Mary Poppins a su escritora Pamela Lyndon, quien era una conocida ocultista de su tiempo. (En nuestro artículo anterior hablamos de cómo el movimiento New Age ha crecido gracias a los negocios del entretenimiento, como Disney).
Como podemos apreciar con este breve ejemplo informativo -y así sucede todos los días y en diferentes medios y espacios de comunicación impresos, audiovisuales y electrónicos internacionales- la difusión del fenómeno Nueva Era continúa su paso demoledor en la mente de la opinión pública.
Qué razón tenía el comunicólogo húngaro-estadounidense, George Gerbner, cuando luego de sus investigaciones sobre el efecto de los continuos mensajes de la TV en los niños, se concluyó que la exposición intensa o
repetitiva de un mensaje a lo largo del tiempo, sea este verdadero o no, genera
una percepción "normal" o"real en el público e influye en su
conducta.
Así es como fácilmente avanza la Nueva Era, sin que la inmensa mayoría de la gente que no lee, que no piensa, que no analiza y que no tiene fe... apenas lo note.
¡Manipulación mediática masiva perversa! ¿O no?
www.CISNE.org.mx
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